ARTROSIS DE LA SACROILÍACA

La artrosis sacroilíaca es una enfermedad degenerativa que afecta la articulación sacroilíaca, ubicada entre el sacro (base de la columna vertebral) y los huesos ilíacos de la pelvis. Esta articulación es fundamental para la estabilidad del tronco y la transmisión del peso corporal hacia las piernas. Con el paso del tiempo, el cartílago que recubre sus superficies articulares se desgasta, provocando fricción entre los huesos y generando dolor, rigidez e inflamación.

Síntomas de la artrosis sacroilíaca

Síntomas de la artrosis sacroilíaca

El síntoma principal es el dolor en la parte baja de la espalda o en la región glútea, que puede irradiarse hacia la cadera, la ingle o la parte posterior del muslo. Este dolor suele empeorar al estar de pie mucho tiempo, subir escaleras o realizar movimientos bruscos. También es frecuente sentir rigidez matutina, dificultad para inclinarse o permanecer sentado por periodos prolongados. En algunos casos, el malestar se confunde con ciática o lumbalgia, por lo que un diagnóstico preciso es esencial.

Tratamientos para la artrosis sacroilíaca

Tratamientos para la artrosis sacroilíaca

En DoloFit Center, el tratamiento se enfoca en aliviar el dolor, mejorar la movilidad y recuperar la función articular. En etapas iniciales se emplean terapias conservadoras como fisioterapia, ejercicios de estabilización lumbopélvica, analgésicos y antiinflamatorios. También se recomienda el uso de calor local y técnicas de terapia manual para reducir la rigidez. En casos de dolor persistente, pueden aplicarse infiltraciones articulares con corticoides o plasma rico en plaquetas (PRP) para disminuir la inflamación. En situaciones más avanzadas, la radiofrecuencia o la cirugía son opciones que se valoran de forma individual, siempre con el objetivo de preservar la movilidad y mejorar la calidad de vida del paciente.

Prevención y cuidados

Prevención y cuidados

La prevención de la artrosis sacroilíaca se basa en mantener una postura adecuada y fortalecer la zona lumbar y pélvica. Evitar el sobrepeso y los movimientos repetitivos que sobrecarguen la articulación ayuda a reducir el desgaste. Se recomienda realizar ejercicios de bajo impacto como natación, caminata o pilates terapéutico, así como estiramientos diarios que mantengan la flexibilidad de la espalda y las caderas. En DoloFit Center, nuestros especialistas enseñan rutinas de autocuidado, higiene postural y programas personalizados de rehabilitación que previenen recaídas y mejoran el bienestar integral del paciente.


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